La búsqueda de oro está afectando grandes zonas de la Amazonia. Qué sea de manera legal o ilegal, los mineros dañan gravemente a la selva, arrastrando el suelo y las orillas de ríos para sacar este metal precioso, usando químicos muy tóxicos o prácticas muy dañosas tanto para el ecosistema como para nosotros los pueblos indígenas que dependemos de un ambiente sano para nuestra supervivencia física y cultural.
creacion de nuestra guardia indigena y la vigilancia constante de nuestro territorio.
creacion de nuestra guardia indigena y la vigilancia constante de nuestro territorio. Leer más
el juicio que ha logrado cancelar miles de hectáreas de concesiones mineras
el juicio que ha logrado cancelar miles de hectáreas de concesiones mineras. Leer más
mapeando todo nuestro territorio para demostrar nuestra ancestralidad y conexión al territorio
mapeando todo nuestro territorio para demostrar nuestra ancestralidad y conexión al territorio. Leer más
Ya son más de 20 años desde que observamos mineros ilegales entrando dentro de nuestro territorio ancestral en la cabecera del río Aguarico, unos de los tributarios que alimentan toda cuenca amazónica con agua limpia bajando directamente de la Cordillera de los Andes.
Estableciendo campamentos ilegales, entrando con sus dragas, motobombas, canalones y motores, los mineros han utilizado nuestra selva como si fuera una tierra abierta para sacar cualquier recurso sin consulta. Por décadas hemos observado sus huellas, sus desechos y sus campamentos dejados sin poder realmente frenarlos. No sabíamos quién era, de dónde venían y cuánto tiempo se quedaban en nuestro territorio mientras minaban, contaminando nuestros ríos, cazando nuestros animales y pescando nuestros peces. Sólo pudimos observar el daño que dejaban a nuestro territorio.
En 2017, como comunidad A’I Cofán de Sinangoe, hemos decidido organizarnos y por fin documentar de manera estratégica las entradas y salidas de los mineros dentro de nuestro territorio, sacando evidencias de sus actividades ilegales y monitoreando el daño hecho a nuestra selva.
Con el apoyo de la Fundación Alianza Ceibo y la ONG internacional Amazon Frontlines, se ha creado una estrategia de vigilancia territorial para enfrentar la invasión de nuestro territorio por los mineros ilegales. Capacitándonos en el uso de herramientas tecnológicas como cámaras trampas, GPS, drones y mapeo comunitario, hemos descubierto que la invasión era mucho más grave de lo que pensábamos.
Sin embargo, aún con varias alertas al gobierno ecuatoriano, especialmente al Ministerio del Ambiente que tiene el mandato de vigilar a nuestro territorio por el hecho que está dentro de un Parque Nacional, ninguna autoridad ha actuado para frenar el avance de las invasiones dentro de nuestro territorio.
Frente a esa dejadez del gobierno ecuatoriano y entradas constantes de mineros y colonos dentro de nuestro territorio, hemos decidido formar nuestra propia guardia indígena y crear una Ley propia de defensa territorial para nuestra comunidad. En septiembre de 2017, con solo unos meses de vigilancia, ya teníamos suficiente evidencias para denunciar los mineros y alertar a todas las autoridades, municipalidades vecinas, gobiernos regionales y nacional, avisandoles que a partir de esa fecha nosotros como pueblo indígena íbamos a defender nuestro territorio con la participación activa de nuestra guardia indígena.
Presentemos nuestra Ley propia de defensa territorial y dimos advertencia a cualquier colono que quiere entrar dentro de nuestro territorio, avisando al mismo tiempo a medios de comunicación y aliados a nivel nacional e internacional.
Dentro de algunos meses hemos observado una bajada drástica de las entradas de mineros ilegales dentro de nuestro territorio, gracias a este evento público hecho en septiembre 2017 y a la vigilancia constante de nuestros guardias. Sin embargo, esa victoria fue de corto plazo. En enero 2018, la historia de nuestra comunidad estaba en riesgo de cambiar con el otorgamiento sin consulta de más de 50 concesiones mineras en la cabecera del río Aguarico.